
Santo Domingo. – El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ministerio de Energía y Minas, la Unión Europea y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzaron en República Dominicana el proyecto “Distritos de Frío en Latinoamérica y el Caribe”, para impulsar soluciones de enfriamiento sostenible en América Latina y el Caribe, incluida la República Dominicana.
La iniciativa regional financiada por la Unión Europea a través de su programa Euroclima, con una inversión total de 3.3 millones de dólares, también busca sentar las bases para establecer un sistema orientado a la producción centralizada de agua fría, que se distribuya a los usuarios a través de una red cerrada de tuberías.
Este modelo puede emplear diversas fuentes y tecnologías, lo que lo convierte en una solución de enfriamiento flexible y adaptable a entornos urbanos e industriales, especialmente relevante en un contexto global marcado por la crisis climática.
Durante el acto de lanzamiento, en el cual participaron 73 representantes de organizaciones del sector público, privado, académico, cooperantes, multilaterales y de la sociedad civil, las autoridades resaltaron la importancia de adoptar modelos energéticos innovadores que respondan a esta demanda creciente.
La viceministra de Innovación y Transición Energética del Ministerio de Energía y Minas, Betty Soto, valoró el aporte transformador del proyecto al afirmar: “Esta es una iniciativa innovadora y visionaria que transformará las necesidades de edificación y la infraestructura energética, no solo en la República Dominicana, sino también en el Caribe. Es un paso firme hacia la sostenibilidad, con soluciones responsables y eficaces. Hoy no solo lanzamos una solución técnica, sino también un compromiso con un desarrollo más sostenible”.
A su vez, la viceministra de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ana Pimentel, destacó el enfoque estratégico de la propuesta. En sus palabras, “este proyecto no solo permitirá desarrollar distritos fríos, sino que impulsará sistemas de enfriamiento colectivo para identificar soluciones más eficientes y avanzar hacia mejoras conjuntas. Todo ello nos acerca a un modelo energético más resiliente, competitivo y bajo en carbono”.
De su lado, la Oficial de Programas de Cooperación de la Unión Europea, Sarah Soriano, resaltó la relevancia climática del programa al explicar que “la iniciativa de Distritos de Frío introduce sistemas de enfriamiento limpios y eficientes que permiten reducir la huella de carbono, disminuir el uso de combustibles fósiles y aliviar la presión sobre las redes eléctricas locales”.
La representante residente del PNUD, Ana María Díaz, destacó que esta iniciativa se suma a otros esfuerzos nacionales en materia de energías limpias, señalando que “la iniciativa se complementa con proyectos como la Protección de la Capa de Ozono y la instalación, en el marco del Programa de Pequeños Subsidios, de más de 50 micro hidroeléctricas comunitarias bajo la coordinación de las instituciones nacionales, junto a organizaciones locales, sector privado y la cooperación internacional”.
Beneficios de la iniciativa
El modelo de Distritos de Frío ofrece múltiples beneficios derivados de su escala, que permite alcanzar altos niveles de eficiencia energética y reducir paulatinamente el uso de refrigerantes contaminantes. Al centralizar la producción de frío, disminuye la demanda máxima sobre la red eléctrica, contribuye a su estabilidad y reduce la necesidad de nuevas inversiones en generación.
Asimismo, facilita el uso de fuentes renovables y el aprovechamiento del calor residual, promoviendo una operación más sostenible. Al consumir menos electricidad y por tanto, reducir las emisiones de carbono, ayuda a disminuir la huella ambiental y acelera la descarbonización, reduciendo significativamente las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Otro beneficio clave es la mejora del entorno urbano: al eliminar la necesidad de unidades individuales de aire acondicionado, se reduce el ruido, las emisiones locales y el impacto visual en las edificaciones. Para los propietarios de inmuebles, el sistema representa un servicio confiable, eficiente y asequible, a la vez que libera espacio para otros usos. Además, para los inversionistas, constituye una solución con ingresos estables y excelente tasa de retorno, reforzando su atractivo y viabilidad financiera.
Contexto global
El mundo enfrenta actualmente una “crisis del enfriamiento” debido al aumento sostenido de las temperaturas, el crecimiento acelerado de la población, la urbanización y la mejora continua de los niveles de vida. Estos factores han incrementado significativamente la necesidad de sistemas de climatización, especialmente en regiones con climas cálidos y en países en desarrollo donde la demanda energética sigue creciendo.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA), la demanda energética asociada al aire acondicionado podría triplicarse para 2050, y el número de equipos instalados aumentaría de 1.6 a 5.6 mil millones. Esto exigiría una capacidad eléctrica equivalente a la actual combinada de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, configurando un desafío significativo para los sistemas energéticos y los esfuerzos de mitigación climática.
Ante este panorama, la comunidad internacional ha asumido compromisos como la eliminación progresiva de los hidrofluorocarbonos (HFC) mediante la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, un paso decisivo para reducir el impacto de refrigerantes altamente contaminantes, y que también se encuentra en implementación en la República Dominicana por un proyecto del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales con el apoyo del PNUD. Estas proyecciones refuerzan la urgencia de avanzar hacia tecnologías de enfriamiento más limpias, eficientes y sostenibles.
Sobre Euroclima
Euroclima es un programa de la Unión Europea que fortalece la cooperación UE-ALC para impulsar una transición verde y justa en América Latina y el Caribe. Como parte de la estrategia Global Gateway, el programa trabaja con 33 países socios y organizaciones regionales para crear las condiciones habilitantes para inversiones sostenibles, facilitar el acceso a financiación climática y promover el intercambio de conocimientos en sectores prioritarios como la transición energética, bioeconomía, movilidad sostenible y gestión del agua.
