
Wagner Méndez/Economista
Londres. Inglaterra– Espero que este juego de palabras no cause un bloqueo como el experimento con las mermeladas, en el cual las muchas marcas también causaron un bloqueo y condujeron a los clientes a comprar menos en vez de comprar más por tener más opciones[1]. Al contrario, espero que pueda ser una motivación para adentrarse al mismo.
El asunto es que el enfoque de planeación estratégica ha ido de menos a más, pero también pudiera ir de más a menos si nos descuidamos. Es lo que yo veo actualmente.
El enfoque de planeación estratégica viene de no considerarse, hace muchos años, a avanzar y ser considerado un aspecto clave en los procesos gerenciales. Sin embargo, a través del tiempo, el uso de esta herramienta gerencial, si así se pudiera decir, ha pasado por procesos en los cuales su importancia ha mermado, no porque sea irrelevante, sino por los enfoques de las personas ligadas a dicho proceso.
Una vez leí un artículo publicado en la Harvard Business Review que trataba de la decadencia de los procesos de planeación estratégica. Se hablaba de empresas enviando a sus ejecutivos a resorts en otros países para formular sus planes estratégicos. En esos lugares, obviamente, no se podía desaprovechar la oportunidad para disfrutar de lo que el resort y el país brindaban, según se describía. A veces eso tomaba más importancia. Al regreso a la oficina en su país, el peso y la importancia que se daba al proceso de planeación se iba diluyendo e, inclusive, se descuidaba, no es que el proceso de planeación estratégica no fuera importante, el problema era el enfoque de las personas.
Déjenme ver si al final puedo aterrizar en algo de más peso. No quiero dejar esto en un simple juego de palabras. Quiero hablar de un caso específico que por ahora dejo en el anonimato. Esto se parece a mi poema titulado Secretos del Corazón. Describo muchas cosas y al final no digo nada porque, como el título lo dice, es un secreto del corazón. Lo termino diciendo “Acércate dulce niña. Acércate mucho más. Acércate que en secreto, es que lo quiero contar.» Y, al final, no digo nada.
Pero está vez, no los dejaré sin nada.
Lo que me lleva a escribir sobre esto es algo que he vivido. Me he visto en situaciones en que he tenido que depender de un plan estratégico institucional para desarrollar planes operativos. Revisando el plan he visto las deficiencias en algunas áreas y luego veo cómo, aunque el plan esté bien elaborado, no causaría impacto alguno porque algunas de las personas que deben tomarlo como base para sus planes operativos en sus correspondientes áreas, ni siquiera conocen lo que el plan dice sobre lo que les corresponde ejecutar. Al final, se elabora un plan operativo anual de dicha área sin que el mismo esté alineado con lo que se espera y que los resultados alimenten las expectativas de quienes esperan los insumos para evaluar el alcance de las metas. Y, posiblemente, quienes reciben esos insumos están muy satisfechos de recibirlos y reportarlos con un simple “check mark” de que se recibieron. Pero no tienen ninguna importancia en el alcance de las metas esperadas.
¿Qué les parece? El proceso global, al final, es de que todo se ejecutó a la perfección, con una eficiencia de un 100%. Y, obviamente, solo a un marciano se le ocurriría dar sugerencias para que un proceso tan eficiente sea mejorado. Pero como a la alta gerencia no se le vende gato por liebre, hasta la puerta de su despacho llegan esos supuestos logros que no son logros, quedándose los mismos en el anonimato. Y como los recursos que se invierten no salen de sus bolsillos, posiblemente a nadie le importe y el proceso sigue año tras año haciéndose de la misma forma. Y si otro marciano quiere sugerir que se mejore, la sugerencia es que siga acompañando a Elon Musk y que siga su viaje hacia el espacio. Seguimos en el país de las mil maravillas. Seguimos buscando alcanzar lo que otros países ya han logrado por su buen enfoque en el uso de los escasos recursos.
Por favor, no tiremos la toalla, aunque se sufre en el proceso. Busquemos impulsar el cómo tener una planeación estratégica estratégicamente planeada y ejecutada con planes operativos que se ajusten a lo que ya se ha definido en dicho plan estratégico institucional.
La sociedad, el mundo y Dios lo agradecerán.
[1] https://medium.com/@FlorentGeerts/the-jam-experiment-how-choice-overloads-makes-consumers-buy-less-d610f8c37b9b
